En contra de lo que muchos expertos auguraban hace no demasiados años, el email se ha asentado como un elemento indispensable en las estrategias de marketing. Conscientes de esta realidad, toda empresa cuenta a día de hoy con una newsletter. Sin embargo, seguro que más de una se sentirá identificada si decimos que no es nada sencillo sacar el máximo rendimiento al email marketing.
Esta gráfica, publicada por la plataforma Mailify, demuestra que el email marketing sigue siendo la técnica más eficiente de entre todas las que ofrece el entorno digital.
¿Quieres saber por qué no consigues que tu newsletter obtenga el éxito que esperabas?
Tu BBDD es un cajón desastre
Lección número uno para no hacer spam: invierte tiempo y recursos en conocer y segmentar a tus usuarios y envíales solo el contenido que de verdad les interesa. De nada sirve tener 20.000 contactos en tu base de datos si no los clasificas.
Hay infinidad de variables que puedes tener en cuenta a la hora de hacer subgrupos:
- Área de negocio de tu empresa
- Fase del proceso de compra en el que se encuentra el usuario
- Espacio geográfico
- Datos demográficos
- Datos internos de empresa: Cargo, capacidad de decisión etc.
- Interacciones que ha mantenido con tu empresa o marca
Prestas poca atención al asunto de tus emails
Se dice que el 80% de las aperturas dependen del asunto. Por tanto, tómate tu tiempo, reflexiona y no escribas lo primero que te venga a la cabeza. Estas cuatro o cinco palabras son casi más importantes que todo lo que viene después.
Recibimos decenas de emails al día y la mayoría de ellos acaban en la papelera porque el asunto no invita a abrirlos. Para que no te ocurra lo mismo, sé claro, honesto e intenta dejar al usuario con las ganas de saber un poco más.
Evita términos tan comerciales y comunes como oferta, 2×1, promoción, newsletter, boletín… Y, sobre todo, ve al grano. Los asuntos de más de 6 palabras son susceptibles de no acaparar la atención del lector y los que superan las 10 no se puedan leer enteras en la mayoría de los buzones de entrada.
Tienes un diseño demasiado saturado
Esto no va de hacer un collage. Todo lo contrario, la sencillez ayuda a ser claro en los mensajes que queremos trasladar y en las acciones que queremos que realice el usuario. Debemos conseguir un diseño equilibrado entre colores corporativos, textos legibles e imágenes de calidad.
Cuida con especial atención la cabecera y el pie del boletín. Deben ayudar a identificar la marca y a potenciar la imagen de tu negocio.
No centras el tiro
¿Tu empresa se dedica a áreas de negocio muy diferentes? Resumir todo lo que hace tu compañía en una única newsletter es prácticamente imposible e intentar hacerlo es una temeridad.
Lo ideal es que los envíos sean monotemáticos y que se los hagamos llegar al segmento de contactos interesados en ese ámbito.
No piensas en el lector
¿Los textos hablan de tu empresa, de lo buenos que sois y de la calidad de vuestro producto? Pues ya es hora de que cambies el chip.
Debes hacer ver a los receptores del email que lo único que quieres es aportarles valor. El objetivo no es hablar de uno mismo, sino de los beneficios que ofreces al usuario.
Además, la newsletter puede ser el canal propicio para interactuar y estrechar lazos con ellos. Aprovecha para lanzarles preguntas, medir su satisfacción y hacerles partícipes de tu marca.
No envías al destinatario a ningún lado
La newsletter no es más que una pequeña píldora para que el usuario acabe consumiendo el contenido en tu web.
Para ello, debes ponerle las cosas fáciles a los que abran tu email con llamadas a la acción (CTAs) visibles, claras y que indiquen de forma honesta lo que buscamos de ellos.
Si lo que les ofrecemos es un artículo de interés, apostaremos por expresiones del tipo “más información” o “leer más”. En cambio, si hacemos un envío a una serie de personas que están en el punto caliente del proceso de compra, recurriremos a algo así como “elige tu producto”, “visita la tienda online” o “pide presupuesto gratis”.
No eres regular en los envíos
Ha pasado tanto tiempo desde que hiciste el último envío que probablemente tus contactos se hayan olvidado de ti.
Bien es cierto que no existe una fórmula mágica que nos indique la periodicidad óptima de una newseltter, pero debes calendarizar los envíos dentro de una lógica.
Para ello, puedes identificar diferentes eventos e hitos de la empresa a lo largo del año, programar los envíos por temáticas/áreas de negocio e incluso por la época del año donde un usuario es más susceptible de estar interesado por un producto en particular.
Tu plantilla no está adaptada para dispositivos móviles
Hoy en día, todo lo que no sea móvil sirve de bien poco. En este sentido, el email que no pueda ser visualizado correctamente dejará de llegar a las bandejas de todos aquellos usuarios que leen su correo electrónico a través del smartphone (os aseguramos que son muchos).
Pero que no cunda el pánico, no tienes que ser un reputado informático para diseñar una plantilla responsive, ya que existen infinidad de plantillas creadas con este objetivo, muchas de ellas gratuitas.
No utilizas el software de email marketing idóneo
Mailchimp, Mailpro, Senblaster… son algunas de las herramientas más conocidas para el envío de emails masivos que hay actualmente en el mercado.
Gestión de bases de datos, generación de plantillas, automatización de envíos, analíticas avanzadas etc. Este tipo de herramientas ofrecen tantas posibilidades que se han convertido en necesarias para las empresas que realicen estrategias de email marketing.
¿Te suena alguno? Si la respuesta es afirmativa, te recomendamos que comiences a darle solución cuanto antes. Si, por el contrario, ya has pasado por este trámite, nos encantaría que compartieras con nosotros tu experiencia.
En Guk somos expertos en crear estrategias de mailing y alinearlas con los objetivos de tu empresa. ¿Hablamos?