El ciclo de vida de una web es cada vez más efímero. No hay más que echar la vista atrás 5 años para darnos cuenta de los cambios profundos que estamos viviendo en la forma de comunicarrnos en la red. De nada sirven ya fórmulas que respondían a otras necesidades y a otras tecnologías. En el vertiginoso mundo digital en el que estamos inmersos, cada día que pasa es una oportunidad perdida para acometer el rediseño de nuestra web.
La mejora contínua de la web ha de instalarse en las reflexiones estratégicas anuales de nuestra empresa, marca o proyecto. Solo así dispondremos del arrojo suficiente para acometer los cambios que sean necesarios e incorporarlos como una rutina esencial para propiciar el crecimiento de nuestro negocio. Como en cualquier obra de reforma, da mucha pereza comenzar, pero las posibilidades que se presentan con un reestreno son apasionantes…
A continuación, compartimos una serie de pasos que hay que seguir en el proceso de rediseño de tu sitio web…
Estrategia
¿Cual es el objetivo de la nueva web? ¿Cuál es nuestro público objetivo? ¿Cómo podemos impactar de la mejor forma? ¿Qué queremos que ocurra? Estas son algunas de las preguntas clave que debemos hacernos para adecuar nuestra estrategia web al momento actual.
El nuevo site ha de ser el mejor escaparate posible para visibilizar la nueva oferta de servicios, productos o soluciones, de un modo que, además provoque interacción con los usuarios y propicie oportunidades de negocio.
Independientemente del sector, diseñar una buena estrategia de contenidos, incorporar casos de éxito, ofrecer contenido premium o apostar por los formatos multimedia y los medios sociales, son una apuesta segura para dar el salto cualitativo en nuestro ecosistema web.
Un buen ejercicio de benchmarking con tus competidores te ayudará a afinar tu estrategia.
Mapeo de contenidos
Antes de acometer el diseño y el desarrollo debemos hacer la foto fija del futuro site, pensar en la estructura de contenidos óptima para satisfacer los objetivos estratégicos. Para ello debemos:
- Agrupar todo el contenido que queremos proyectar generando categorías y subcategorías. Consideraremos el nuevo contenido pero también el contenido histórico válido para realizar una migración.
- Organizar la información de tal manera que sea fácil de encontrar para el usuario y para Google. (Usabilidad + SEO).
- Priorizar el contenido para destacar lo más importante para nuestra audiencia en términos de fondo (relevancia) y forma (formatos).
Nos dirigiremos a nuestro público mediante los copies, las imágenes, la estética, la manera de expresarnos, y ante todo y sobre todo, a través del contenido de valor.
Análisis funcional
Las funcionalidades del site están definidas por el tipo de interacción que queremos provocar con el usuario. El análisis funcional es un documento de trabajo con el que definiremos, entre otras cuestiones más técnicas, con qué tecnología vamos a desarrollar el site, qué gestor de contenidos emplearemos y qué plugins debemos incorporar. Es un instrumento muy útil en el momento previo al desarrollo pero también cuando en un futuro se decida llevar a cabo mejoras, ya que todo estará debidamente documentado.
Diseño y prototipado
Es momento de abordar la línea gráfica de la web. Para gustos los colores, y nunca mejor dicho, pero lógicamente la apuesta creativa deberá basarse en estándares de diseño actuales: responsive, espacios limpios, protagonismo de las imágenes, etc. Como pasos debemos:
- Alinear el diseño y los mensajes con la arquitectura de la información y los valores de la marca.
- Realizar el desarrollo técnico con el CMS elegido: programación y maquetaciones.
- Prototipar el resultado para visualizarlo en una demo.
- Testar la demo mediante un focus group a fin de fijar correcciones y evoluciones del nuevo site.
Beta perpetua
El lanzamiento del nuevo site supone un hito y un gran motivo de satisfacción para nuestra empresa, marca o proyecto, pero no es el final del camino ni mucho menos… La web acaba de nacer y hay que alimentarla cada día. Para ello, como hemos insistido en muchas ocasiones, hay que medir y monitorizar todo lo que ocurra. Comienza pues un proceso vivo de mejora contínua y mantenimiento, una beta perpetua que nos permitirá adecuar en todo momento nuestra presencia web al comportamiento de los usuarios, la auténtica razón de ser de la red de redes…
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