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Las publicaciones científicas tienen como criterio someter a embargo la publicación de las investigaciones científicas que han sido previamente aprobadas tras el consiguiente proceso de revisión por pares (peer review). Una vez que los artículos han pasado el filtro científico, digamos que entra en ‘cola’ de publicación y embargan la noticia con la previa notificación del día y la hora en que se va a publicar. Algunas agencias y medios de comunicación, los que hacen un especial seguimiento de las publicaciones científicas principalmente, están dotados de un sistema de alertas que les permite conocer las previsiones de publicación de los estudios científicos, de forma que en cuanto se levanta el embargo proceden a la publicación de dicho trabajo, siempre y cuando éste concite su interés informativo. Pero, ¿y cómo gestiona la comunicación la entidad científica responsable del estudio? Primero de todo, respetando escrupulosamente dicho embargo ya que, en caso contrario, cometería una flagrante violación de las reglas imperantes. Y, segundo, trabajando con antelación y preparando el material informativo de forma que éste se pueda sacar del ‘congelador’ y se pueda difundir en el mismo momento del levantamiento del embargo.
Hoy hemos tenido un ejemplo de esto que estamos explicando. El investigador Ikerbasque del centro vasco de investigación Biogune, el Dr. Joaquín Castilla, ha publicado un estudio en la prestigiosa revista PNAS, en relación a un nuevo descubrimiento que demuestra que los conejos no son inmunes -como así se ha creido en las últimas décadas- a las enfermedades priónicas o infecciosas. Es decir, a enfermedades neurodegenerativas e infecciosas como las que padecen animales como vacas, ovejas, etc. Un ejemplo de estas enfermedades es la conocida como el ‘mal de las vacas locas’.
Tan pronto se ha conocido el levantamiento del embargo, los medios de comunicación han tenido acceso a una nota informativa en la que se detalla el alcance de este estudio, incluyendo valoraciones del investigador principal, a lo que se une información en soporte gráfico (fotos) y soporte audiovisual: una video-entrevista con los dos investigadores que han estado detrás del proyecto de investigación.
La comunicación científica es una combinación de respeto a las reglas de juego y previsión, a lo que se añade la importante labor de apoyo y paciencia de los propios expertos científicos ante el objetivo de ‘traducción’ de su estudio y de síntesis de los hitos principales que recoge el mismo. Una labor nada sencilla para quienes han trabajado durante varios años en una hipótesis, han llegado a un resultado exitoso, y que se ven sometidos a la necesidad de acotar los elementos más relevantes del estudio. En definitiva, un trabajo en equipo que conlleva trabajar con cuidado y con esmero en un tablero de juego bien definido.