8 de julio de 2022
Hace mucho tiempo que nos dimos cuenta de que no tenía ningún sentido interrumpir con acciones de marketing y publicidad invasivas a personas que no tienen interés en los productos y servicios que ofrecemos. En ese contexto nació el Inbound Marketing, una metodología que se basa en situar al cliente en el epicentro de todas las operaciones con el objetivo de atraer al público a nuestro ecosistema digital, convertirlo en un lead con perspectivas comerciales, lograr que se convierta en un cliente y, finalmente, mimarlo tanto que, además de fidelizarlo, pueda ser prescriptor de nuestra marca.
Al situar a nuestro cliente en el centro de la estrategia, todas nuestras acciones estarán dirigidas a dar respuesta a sus preguntas, ayudarle a conquistar sus metas, atender sus necesidades y suministrarle información valiosa, porque eso es exactamente lo marca la diferencia en un contexto de saturación de mensajes como el que vivimos.
Una de las claves principales para que una estrategia de Inbound tenga éxito es definir a la perfección al público objetivo y preparar para él contenidos personalizados de alto valor. Pero estas acciones no tendrán ningún impacto si no logramos hacer llegar nuestros mensajes de forma eficiente a nuestra audiencia y, en este punto, es donde el Drip Marketing se convierte en un valiosísimo aliado.
Las campañas de drip consisten en realizar una hoja de ruta muy similar a los árboles de decisión, en la que se programen y personalicen los envíos de contenidos a través de e-mail de forma lógica en función de la reacción de nuestro público. Esencialmente, se trata de realizar una automatización de los envíos que incorpore la variable de la relación de nuestra audiencia con nuestros mensajes y consiste en tener bien asfaltada la autopista principal y todos los desvíos posibles que el conductor pueda tomar a lo largo de la ruta.
Intentemos ilustrar el concepto. Una vez enviamos un mail, nuestro destinatario tiene dos posibilidades: abrirlo o no hacerlo. En función de la decisión del receptor planificaremos el siguiente envío, que será diferente para los que hayan abierto nuestra misiva y para los que no hayan hecho, para los que hayan hecho clic en una CTA o para los que no lo hayan deseado, etc.
Deberemos, por tanto, segmentar públicos y personalizar contenidos en relación con respuesta a nuestra campaña.
Esta técnica, también llamada de goteo, presenta diferentes ventajas como la fidelización de nuestro público, que recibe una atención acorde a sus necesidades, el aumento de la credibilidad de nuestra marca y el incremento de la efectividad de nuestra estrategia.
Para crear una campaña efectiva de Drip Marketing hay que tener en cuenta los siguientes factores:
1.- Segmentar y personalizar
Decía Luis Aragonés que el fútbol es ganar, ganar, ganar y volver a ganar. Pues una campaña de Drip Marketing es básicamente segmentar, segmentar y volver a segmentar. Esta técnica basa su éxito en la personalización de los mensajes enviados. Es imprescindible definir de forma rigurosa los diferentes listados de envíos para hacer llegar el mensaje correcto al público adecuado en cada momento.
2.- Planificar y programar
Es vital que planifiques y calendarices el período de duración de la campaña y programes la frecuencia de los envíos para dotar de sentido a toda la estrategia. Para apoyarte en esta misión, además del calendario de toda la vida, existen herramientas y aplicaciones de gestión de mailings que pueden ayudarte a programar los envíos en base a la respuesta de los receptores.
3.- El contenido sigue siendo el rey
Al final nada de esto tendrá ningún sentido si no ofrecemos un contenido de calidad, que aporte valor al receptor, que le eduque, que le forme, que le ayude a ser más eficiente en sus objetivos, que le resulte de utilidad. Genera contenidos de interés para tu público, pensando siempre en sus necesidades y sus anhelos y él te lo sabrá recompensar.
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