8 de julio de 2022
Estos son los motivos por los que tus vídeos no funcionan
Que sí. Que los vídeos están genial. Que cualquier informe de tendencias de marketing digital dice que el formato audiovisual lo está petando. Que son muy shareables. Que crean engagement y buen rollo. Que son muy mobile-friendly, social media-friendly y cuñado-friendly. Pero, ¿sabes qué? Que haciendo vídeos no vale cualquier cosa.
Estos pueden ser los motivos por los que tu vídeo ha podido tener resultados algo decepcionantes:
Porque has hecho el vídeo por hacer
Has visto la última monería de PlayGround en Facebook o un pedazo de vídeo corporativo de tu competencia, has pensado «Esto lo podemos hacer nosotros en el curro» y le has encargado al becario, que sabe «de Photoshop y esas historias», que haga cualquier cosa. Pues nein: Como cualquier acción de marketing, esto no tiene mucho sentido si no va enmarcado en una estrategia. ¿Qué quieres conseguir? ¿Qué recursos puedes dedicarle? ¿En qué canales quieres distribuirlo para dar con la audiencia adecuada? A tu target… ¿le molan los gatos?
Porque es demasiado largo
¿Sabes por qué la gente se chupa los cuatro minutazos del anuncio anual de Campofrío en navidades? Porque es bueno, muy bueno. La audiencia, sea del tipo que sea, tiende a tener ciclos de atención más cortos para piezas comerciales menos… atractivas. Que no decimos que la tuya lo sea. Pero intenta ser breve y ajustar la duración del vídeo al valor que tiene para el espectador.
Porque no lo has promocionado bien
Ponerlo en tu blog o escondido en una sección infumable de tu web corporativa no vale. Dale alas a tu vídeo y compártelo en redes sociales. Y no te olvides de que un vídeo puede tener SEO, dependiendo de dónde lo publiques. Procura cuidar los tags o keywords, el título, la descripción o el comentario que lo acompañe.
Porque no conecta con tu audiencia
Si tu cliente ideal es un director de ventas de 55 años con tres MBAs y poca gracia, no protagonices tu vídeo con un chaval en patinete y la gorra para atrás que le trate de colega ni lo difundas en hashtags, redes o canales en los que no vaya a estar. El cómo y el dónde es tan importante como el mensaje en el marketing de contenidos. Piensa en cómo es tu espectador ideal y ajústate a ello.
Porque la cámara no te quiere
Por más CEO, Sales Manager o President que seas, piensa que a lo mejor no eres la persona más indicada para protagonizar el vídeo. No te sulfures, ser buen comunicador es un don que solo algunos afortunados poseen. Y ojo: todo el mundo sabe que vas a leer, pero trata de disimularlo.
Si los contenidos te dan quebraderos de cabeza, ¿por qué no te descargas nuestra guía visual? Te hará todo mucho más fácil.
{{cta(‘201022ca-7fb2-4bff-a225-9c38e46a0684’)}}