18 de diciembre de 2014

Refrito y ‘fast food’

refrito

“Copiar de un solo texto es plagiar, pero copiar de dos o más es ya investigar”. El refrito siempre ha sido un recurrente recurso en la práctica periodística. Pero la irrupción de Internet y las nuevas tecnologías como herramienta de comunicación han dejado fuera de juego también al viejo aforismo periodístico.

La información circula ya a tal velocidad que las exclusivas duran apenas unos minutos y la paternidad de una buena noticia se diluye entre los miles de medios digitales que se apropian de la primicia y la difunden como propia. Nosotros mismos hemos sido víctimas varias veces del fusilamiento sin escrúpulos de algunas de nuestras notas de prensa, de las que muchas veces se omite no ya sólo la autoría, sino en ocasiones al mismo protagonista de la noticia.

Algunas de estas cuestiones, que representan ya un quebradero de cabeza de primer orden para todo medio de prestigio, son analizadas por la defensora del lector de El País, Milagros Pérez Oliva, en el artículo “Periodismo de refrito y composición”, publicado este fin de semana. Y aporta algunos interesantes argumentos para la reflexión.

El refrito puede ser un recurso lícito y perfectamente válido cuando se realiza con profesionalidad y se citan las fuentes. Hecho así, el refrito sigue teniendo su sabor. Pero, si dejamos que el fast food informativo se generalice y domine la red, puede llevarnos a una indigestión colectiva.

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