8 de julio de 2022
¡Rayos y centellas! Brainstorming para la generación de contenidos
Según el dicho popular, después de la tormenta siempre llega la calma. Así que ampliando un poquito el sentido del refranero, una buena tormenta de ideas, con abundante aparato eléctrico, rayos y centellas, tiene que desembocar en terreno fructífero para la generación de contenidos. Y no unos contenidos cualquiera, sino aquellos que sean útiles, creativos, que te posicionen como referente en tu sector, que te hagan destacar respecto a tu competencia y que conquisten a tu Buyer Persona.
Necesitamos ideas, las necesitamos para poder ofrecer soluciones y no siempre brotan con agilidad, así que reúne a tu equipo y fagocita su conocimiento. Aprovéchate de tus compañeros. De su visión novedosa, de la frescura con la que se aproximan a la problemática que te tortura. Un brainstorming es una fantástica fórmula para salir del bache creativo y ampliar la visión. Eso sí, si quieres que toda la energía que cae de los cielos se transforme en una corriente estable y continua que satisfaga la demanda eléctrica tienes que seguir una metodología. ¿Nos acompañas?
1.- Definición de objetivos
Ya empezamos. Estábamos hablando de una quedada creativa y sin transición pasamos al maravilloso mundo de la definición de objetivos. Pues un poco sí, pero solo un poco. Se trata de que quede claro para todos los integrantes del grupo de trabajo qué queremos conseguir. ¿Ideas para nuestro blog corporativo? ¿Enfoques novedosos a materiales informativos ya elaborados? ¿Soluciones innovadoras para comunicar un gran hito en nuestra trayectoria?… Los componentes de la sesión deben tener una información básica sobre el motivo del encuentro para poder ofrecer resultados que se ajusten al tema que queremos solventar.
2.- Incluir a las personas adecuadas
En una tormenta de ideas no debe estar todo el mundo, pero es clave que no nos dejemos a nadie que, por su capacidad propositiva o su conocimiento del tema a desarrollar, pueda desempeñar un papel relevante durante la sesión. Asegúrate de que has convocado a los miembros oportunos.
3.- No hay idea mala
En el contexto laboral, marcado por la productividad y el cómputo de horas, nos aterroriza la posibilidad de estar perdiendo el tiempo. ¡Ante todo operatividad!, es el mantra que tintinea sin parar en nuestras cabezas. No te obsesiones con el inexorable paso de los minutos. Para crear hay que vagabundear, pensar en lo imposible, dinamitar los límites, desdibujar las fronteras. No estas matando el tiempo, sino dándole vida. Escucha todas las propuestas de tu equipo, por alocadas que puedan parecer. Un brainstorming es, ante todo, una sesión preliminar, un encuentro para recabar ideas. En modo alguno tiene el objetivo de configurar un documento acabado. Es la materia prima sobre la que trabajar el producto final.
4.- Entorno diferente y ambiente distendido
Cuando el presidente estadounidense, Barack Obama, anunció un giro en las relaciones de su país con Cuba, aseguró que no se podían llevar a cabo las mismas medidas durante otros 50 años y esperar que el resultado fuera diferente. Suena tan obvio que apabulla. Si siempre haces lo mismo, es prácticamente imposible que obtengas un resultado diferente. Para el éxito de un brainstorming, te recomendamos encarecidamente que busques un lugar distinto al que sueles emplear como escenario de trabajo y que elimines la rigidez. Es esencial que alimentes la creatividad de tu equipo con pequeñas píldoras innovadoras que hagan posible que afloren las mejores propuestas. Busca un lugar especial y haz sentir a tu gente especial, porque lo es.
5.- Sin jerarquía, pero con funciones claras
No todo el mundo desempeña la misma función en una tormenta de ideas. Del mismo modo que es imprescindible que aniquiles los protocolos es también indispensable repartir funciones entre los componentes de la sesión. En todo brainstorming debe existir un coordinador que sea el que, de alguna forma, modere el debate para evitar irnos completamente por las ramas y asegurarse de que se abordan todos los temas previstos. También es necesario que alguien se ocupe de recoger las propuestas, de equilibrar los tiempos y de dinamizar el encuentro en el caso de que un repentino ataque de timidez se apodere de nosotros.
6.- Seguimiento y desarrollo
Llegamos al último punto por desarrollo cronológico, que no por relevancia. Todo el trabajo previo carece absolutamente de sentido si no hacemos un análisis pormenorizado de cada una de las medidas, propuestas e ideas recopiladas durante el brainstorming. Esta fase, además de apasionante, es fundamental para convertir en resultados tangibles los frutos de la sesión. Verás que muchas de las ideas que parecían brillantes luego no lo son tanto y que algunas de las más extravagantes, combinadas con otras, de repente tienen todo el sentido del mundo. Es el momento de hacer encajar todas las piezas del puzle. La fuerza de los rayos se ha convertido en electricidad y la maquinaria, sencillamente, funciona.
Pero si a pesar de todos estos consejos, crees que tanta chispa puede acabar en un cortocircuito, en GUK te ayudamos a encender la bombilla de la creatividad.
{{cta(‘0571309e-95ee-43ab-88ce-21a2b5a8a9b5’)}}