En GUK estamos convencidos de que no son buenos tiempos para el periodismo. Al menos para el periodismo de calidad. La empresa periodística atraviesa una situación crítica, y aunque capea el temporal como puede, a veces las posibilidades de dejar la deontología profesional a un lado con tal de hacer caja son demasiado tentadoras. Y hay quien apuesta por ponerlas en marcha cuanto antes.
Es el caso de Neil Bernson, director editorial de Trinity Mirror, uno de los principales grupos editoriales del Reino Unido y propietario de cabeceras como el Daily Mirror. Este empresario del gremio se ha descolgado con la propuesta de que cada periódico regional ponga en marcha su propia agencia de relaciones públicas para aumentar sus ingresos. E incluso anima a sus cabeceras a colaborar con los anunciantes para apoyar desde sus páginas sus principales campañas.
La idea, además de aterradora, no es para nada nueva. Es una versión moderna del viejo truco de colar al lector gato por liebre camuflando publicidad como información. Es lo que vienen haciendo los medios en sus populares advertorials o cuadernos publicitarios, que han aumentado ‘peligrosamente’ en los últimos tiempos.
Propuestas como las de Bernson aún no son mayoritarias, pero parecen que empiezan a calar en el sector, también a nuestro alrededor. Vienen tiempos difíciles…, para la economía y para el periodismo.