8 de julio de 2022
Cómo crear un apocalipsis zombi con tu marketing de contenidos
Sobrevivir, Rick, significa tomar decisiones difíciles. La advertencia al ex ayudante del sheriff al inicio de la serie “The Walking Dead” es premonitoria. Adelanta la mayor parte de las peripecias que vivirá el protagonista, básicamente librarse de formas poco ortodoxas de hordas de zombis sedientos de sangre.
Hace ya algún tiempo que algunos expertos sostienen que el marketing de contenidos corre el riesgo de sufrir un colapso. Dicho de otro modo, el entorno digital se parece cada vez más a la serie de la AMC y a su escenario de apocalipsis zombi. Cientos de miles de contenidos zombis, todos muy similares entre ellos, pululan por la red sin aportar nada más que su obsesión por hacer imposible la vida al usuario.
Si quieres que tu estrategia digital se convierta en una pesadilla, aquí te damos algunos consejos sobre cómo crear un apocalipsis zombi con tu marketing de contenidos. No se te ocurra hacerles caso si quieres que tu empresa sobreviva en el peligroso universo digital de 2016.
Suelta tus zombis sin control
Si quieres que los posts de tu blog vaguen por la red como almas en pena cual zombis desorientados, lo tienes fácil: no se te ocurra planificar una estrategia de contenidos. Basta con difundir tus creaciones sin ton ni son sin tener en cuenta a quién van dirigidas o qué efecto pretenden conseguir en la audiencia. De esta forma tu contenido pasará a ser un aburrido post más olvidado en la blogosfera de la irrelevancia. Un zombi más como actor secundario en un apocalipsis zombi.
Usa maquillaje barato con tus muertos vivientes
No te preocupes por personalizar cada uno de tus zombis. Cuatro retazos de chapa y pintura y a funcionar. Es decir, rescata contenido antiguo y no te esfuerces por actualizarlo ni por adaptarlo al nuevo contexto. No se te ocurra tampoco trabajar el contenido de forma modular, practicando un reciclaje inteligente. Ni mucho menos selecciones el contenido más visitado o aquel que convierte mejor, y a partir de ahí, optimizarlo según las últimas tendencias. Nada de eso, mejor saca tus muertos del armario y ponlos en escena. Garantizado que pasarán a engrosar la nómina de zombis de la película.
Vístelos igual, todos de gris
Esfuérzate por que nadie pueda distinguir un zombi de otro. Así que crea contenido en serie. Sigue siempre el mismo patrón y consigue que tus posts parezcan sacados del BOE. Titulares planos, nada de fotos, ni mucho menos contenido multimedia… son algunos consejos que te pueden ayudar. La clave es que ninguno de tus contenidos consiga destacar para que se conviertan en una horda de zombis de película de serie Z.
Insiste en que nunca hablen
Intenta que tus zombis no puedan hablar y, por tanto, no les corresponda ni una sola frase del guión. De ese modo, nadie podrá saber qué piensan o qué tienen que aportar. Es decir, si quieres asegurar que tu contenido sea un zombi, nunca dejes del todo claro el mensaje principal de tu contenido ni mucho menos qué esperas del consumidor. Sé lo más confuso posible, deja lugar a la interpretación, y asegúrate de que al usuario no saque nada en claro.
No trates de “curar” a un zombi
Una vez que formas parte del lado oscuro de los muertos vivientes, ya no puedes volver. Un zombi siempre será un zombi. Así que renuncia a optimizar posts que no funcionan, a mejorar la calidad de tu contenido o a alinearlo con una estrategia más efectiva. Nada. Deja que esas pobres criaturas sigan vagando por el ciberespacio ávidos de lanzar sus garras sobre cualquier despistado que haga un clic por casualidad.
Para distinguir a los humanos de los replicantes, el agente Deckard utilizaba en Blade Runner el complejo test Voight-Kampff. En cambio, identificar tu contenido zombi es mucho más fácil. Basta con utilizar esta sencilla prueba. ¿Lleva más de un mes sin apenas recibir visitas? ¿Su tráfico orgánico es insignificante? ¿No genera ningún tipo de interacción en redes sociales? Sin duda, corres el riesgo de estar creando un apocalipsis zombi con tu marketing de contenidos.
Ah, un consejo final por si no te gustan los zombis: comprueba que sigues siendo humano con tu estrategia de contenidos. No caigas en la tentación de buscar atajos para lo que sólo se construye con esfuerzo. No olvides que escribes para captar la atención de personas y aportarles valor. Si sólo escribes para robots, zombis y algoritmos, puede que ya sea demasiado tarde y te hayas convertido en uno de ellos.
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