Cómo fracasar con el marketing de contenidos en 6 sencillos pasos

Primero fue la web. Había que poner en marcha una página corporativa porque todo el mundo estaba ya en Internet. Luego vinieron las redes sociales. Eso de Twitter molaba y quién no iba a contar con un perfil en la red del pajarito para no ser menos que los demás. Y aún estaba por venir el marketing de contenidos.

Así que si tu empresa ha seguido hasta ahora el patrón para perder el tiempo y el dinero en una estrategia digital fallida, no te preocupes. Aquí te ofrecemos las claves adecuadas para seguir tenaz en la senda de la derrota y te explicamos cómo fracasar con el marketing de contenidos en 6 sencillos pasos.

 1. Apuesta por el usuario elástico 

¿Por qué segmentar tu audiencia para ofrecer contenido específico y personalizado a cada usuario? Es mucho mejor apostar por todo el mundo. Así que vuelca tus esfuerzos en elaborar contenido general que pueda servir para muchos públicos a la vez. Así estirarás tu Buyer Persona hasta convertirlo en cientos de públicos diferentes y ninguno en particular. No conseguirás ningún objetivo, pero te lo pasarás muy bien y con un poco de suerte acabarás con un estimulante trastorno de personalidad.

 2. No establezcas objetivos de conversión

¿Para qué sumirte en una maraña de objetivos, métricas y resultados? Tú empieza a publicar sin ton ni son y a ver qué pasa. No hace falta que busques ninguna meta en concreto con tu marketing de contenidos. Ars gratia artis. ¿Acaso Da Vinci buscaba algún tipo de conversión con su obra? Tú céntrate en generar publicaciones maravillosas para fascinar al público. Y te irás a la cama todas las noches con cero leads conseguidos, pero con la satisfacción de saber que eres un artista genial.

3. Pon el acento en hablar de ti mismo

Como en la vida real, lo mejor en una cita es no parar de hablar de uno mismo. Nada de cambiar el foco e interesarte por quien tienes enfrente. Preguntar “¿Y tú qué tal?” es de cobardes y no sirve de nada. Es mucho más interesante abrumar a tu audiencia con panegíricos sobre lo maravillosa que es tu empresa y sus productos y servicios. Seguro que les convences. Si se dispara tu tasa de rebote o te piden ibuprofeno, no te preocupes. Es normal.

4. Aquí y ahora: Nada de mirar a largo plazo

En tiempos de mindfulness, todo es aquí y ahora. Así que lánzate a publicar en tu blog sin preocuparte de disponer de un calendario editorial o de tener todo atado en los próximos meses. Tampoco es necesario que te preocupes por dividir el ciclo de compra del usuario y planificar contenido para cada una de las fases. Eso es de ingenieros. Tú a lo tuyo. A publicar hoy un post que quede bonito y mañana ya veremos qué pasa. Carpe diem.

5. Súmate al carro de la competencia

Seguro que te habrás preguntado más de una vez qué temáticas son las más adecuadas para publicar en tu blog. Es sencillo. Fíjate en qué hace la competencia y simplemente súmate a la conversación. Ya está casi todo dicho, así que no te esfuerces demasiado. Ni se te ocurra perder el tiempo en tratar de diferenciarte, aportar enfoques novedosos o destacar sobre los demás. Eso es de pretenciosos. Tú sigue la corriente. Es lo que hacen los peces.

6. Acomódate en la rutina

Si siempre estás hablando de los mismos temas y publicando copies similares en las redes sociales, algo estás haciendo bien. Ya eres uno más. Además, ser previsible es muy cómodo, entre otras cosas porque permite automatizar muchas de tus acciones. De modo que no merece la pena perder el tiempo. Si la rutina es el hábito de renunciar a pensar, vas a vivir mucho más tranquilo. Tu cardiólogo lo agradecerá.

Si cumples estos 6 consejos, tu estrategia de marketing de contenidos será un fracaso casi asegurado. Pero si por lo que sea pretendes intentar algo diferente, apostar por algo que merezca la pena y conseguir objetivos medibles que ayuden a hacer crecer tu empresa, entonces olvida todo lo comentado hasta ahora y haz justo lo contrario. También puedes descargarte nuestro e-book sobre marketing de contenidos. Porque para nadar contra corriente también se necesita un GPS.

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