Cinco errores que impiden que tu ecosistema digital sea un motor para la captación de clientes industriales

La captación de clientes en la industria es un proceso complejo, que exige el establecimiento de relaciones de confianza y alianzas a largo plazo, la dedicación de recursos económicos y humanos y la activación de un plan estratégico que dote de coherencia todas las acciones y campañas emprendidas para elevar su eficiencia y mejorar los resultados.

Dentro de cualquier plan estratégico de captación y marketing industrial, el ecosistema digital de canales propios desempeña un papel clave para el proceso de conversión. Sin embargo, es frecuente detectar tanto webs como perfiles en redes sociales que no están orientadas a la atracción de nuevos clientes.

A continuación te planteamos los 5 errores más frecuentes que impiden que tu ecosistema digital sea un motor de captación de nuevos clientes.

1. No hay vías de captación

Así de contundente. Son muchas las webs del ámbito industrial que no disponen de ninguna landing ni espacio que contenga formularios para la captación de leads. Es muy relevante que incluyas esta herramienta para empezar a aportar la variable de la captación en esa ventana al mundo que es la web de tu empresa.

2. No hay content offers

En realidad este fallo está directamente relacionado con el anterior, porque la inclusión de formularios está muchas veces vinculada a la oferta de contenidos de calidad que justifiquen facilitar nuestro nombre y correo electrónico a cambio de recibir ese premio. Se trata de ofertas de contenido informativo, formativo o educativo que aporten una solución concreta a las necesidades específicas de nuestros clientes potenciales: e-books, webinars, plantillas, infografías, kits informativos, etc. De esta forma nos posicionamos como expertos en nuestro ámbito de especialización y además ofrecemos un producto de calidad que nos facilite la captación de leads.

3. No actualizas tus canales dinámicos

¿Tienes un apartado de actualidad en la web cuya última noticia es de hace más de un año? Oxímoron al canto. Ese espacio mejor podría llamarse obsolescencia, porque no es precisamente actualidad la denominación que mejor se ajusta al contenido que se ofrece. Además, el último post publicado en tu blog es anterior a la muerte de Michael Jackson y tus cuentas en RRSS que no tienen actividad desde hace nueve meses. Esta circunstancia debe cambiar, ponte manos a la obra para llenar de actividad tus canales dinámicos y tus perfiles en Social Media, porque es la mejor forma para enviar a tus clientes potenciales el mensaje de que tu empresa es un ente activo y conectado a las tendencias, los cambios y las transformaciones de un sector que evoluciona al compás del progreso tecnológico.

4. La experiencia de usuario no tiene a tus clientes en el punto de mira

Tu ecosistema digital debe generar una experiencia de usuario positiva. Es decir, cuando tus clientes potenciales entren en contacto con tus canales online se debe generar una experiencia tan agradable que la percepción de nuestra empresa sea positiva. En la experiencia de usuario juegan un papel importante los aspectos emocionales, pero también algunos de los principios más relevantes del conocimiento psicológico como las leyes del aprendizaje humano y del condicionamiento instrumental. Tener en cuenta el funcionamiento de los procesos cognitivos influirá en la relación de nuestros usuarios con nuestra empresa, nuestros productos y nuestros servicios. Es imprescindible recordar a la hora de estructurar, desarrollar y alimentar nuestro ecosistema digital que trabajamos para personas y deseamos que obtengan una experiencia única al interactuar con nosotros.

5. No hay imágenes

El sector industrial puede ser complejo y, a veces, difícil de ilustrar pero una imagen vale más que mil palabras. La información visual se procesa 60.000 veces más rápido que el contenido escrito y nadie se lee un texto hasta el final, por lo que la incorporación de imágenes, vídeos y recursos gráficos en nuestros canales es clave para atraer tráfico, elevar la eficiencia de la transmisión de mensajes, mejorar la comunicación y, en último término, optimizar la conversión.