¡Ah, el tráfico orgánico! Una métrica que hincha la vanidad de a quien le sobra, roba el sueño a quien carece de ella y aparece en la carta que todo responsable de marketing escribe a los Reyes Magos cada año. No es sencillo comenzar a recibir visitas nada más crear una web, por lo que es más que probable que cometas alguno de estos errores y que ello impida que te encuentren a través de Google.
Tu contenido penaliza
Vamos a empezar por lo más urgente. Google está continuamente revisando su algoritmo en su incesante lucha por proteger la relevancia y veracidad de sus resultados de búsqueda. A las modificaciones más notables de su código de rankeo se las conoce por nombres de animales, de personas o de oficios poco honestos: Panda, Hummingbird, Fred, Pirate…
Y muchas veces, el objetivo de estas modificaciones ha sido el de hacer pupa a aquellas páginas que no utilizan técnicas de SEO pensadas para el bien del usuario. Con Penguin, por ejemplo, Google comenzó a penalizar a aquellas páginas en las que se utilizaba cierta picaresca para sobreoptimizar los enlaces internos. Panda, por otro lado, castigó severamente las webs con contenido duplicado y vetó por siempre el copia-pega. Por lo menos en SEOlandia.
Así que conviene estar al día de lo que traman los de Silicon Valley. El blog de MOZ, por ejemplo, recoge maravillosamente bien las modificaciones del algoritmo de Google.
Tu contenido es irrelevante
En su declaración universal de intenciones, Google formula su misión principal así: “Organizar la información del mundo y hacerla universalmente accesible… y útil”. Y a la utilidad que un contenido tenga para un usuario, Google (y la RAE) le llama “relevancia”.
Por lo que si una página no ofrece algo de valor para un usuario que emplea un término de búsqueda determinado, Google entenderá que esa página web no debería rankear bien en esa keyword. ¿Quieres posicionar un post como “tendencias de marketing digital en 2018”? Pues habla en él de tendencias de marketing digital en 2018, y no de morcillas. Sencillo.
Los móviles y tu web se llevan mal
Estás en la calle y sientes la imperiosa necesidad de saber algo. ¿Qué haces?:
- Esperas a estar delante de un ordenador con acceso a internet.
- Sacas tu smartphone y tiras de Google.
Es muy posible que, a no ser que vivas en 1990, tú y todo el mundo tendáis a la opción B. Esto lo sabe Google, y por eso castiga en los resultados de búsqueda a las webs que no estén optimizadas para mobile. O sea, que tengan texto sea demasiado pequeño, botones o enlaces demasiado próximos entre ellos o que no sean responsive. Sé smart y piensa en smartphones.
Tu página es lenta, lenta
¿Sabes qué? Que la gente, en internet, tiene menos paciencia que nunca. Y nadie sabe tanto del coste por tiempo de carga como Amazon, que estimó que una décima de segundo de latencia de su portal les cuesta un 1%. O sea, muchísima pasta.
Y es que cuidar el tiempo de carga tiene que convertirse en una de tus principales prioridades, si es que no lo haces ya. Mídete en Google PageSpeed y sigue las recomendaciones de su diagnóstico.
Hasta ahora hemos hablado de tapar los agujeros del casco del barco. Si ya no haces aguas, ¿por qué no pasas a la ofensiva? En otro post te contamos cómo posicionarte como el que mejor a través de tu blog. O, también, haz como nosotros y replanteate tu estrategia de contenidos para prepararte de cara al nuevo SEO.